martes, 16 de septiembre de 2008

“Operación Ja Ja”

En “Operación Ja Ja”,la autora de esta crónica hace un uso especial del tiempo, porque primero busca sumergirse (y sumergirnos con ella) en el mundo de los “clac”, el cual tiene sus matices, y a pesar de esto tiene un solo objetivo final: la risa; lograr que otro se ría a modo de eco de una primera carcajada. El tiempo acá está medido, con esto me refiero a que cada risa o carcajada está totalmente limitada y sujeta al tiempo en el cual es producida. Pueden ser tiempos más breves o más largos, pero siempre previamente pautados. Los protagonistas encargados de “hacer reír” dejan a un lado sus vidas personales una vez que ingresan a los estudios a grabar, tal vez no tengan motivo alguno para reírse, y sin embargo lo logran, y no solo eso sino también contagiar a modo de efecto dominó esa risa, traspasando la pantalla del televisor y llegando a los hogares. La crónica, como decía al principio, busca adentrarse en el mundo (fascinante para algunos y no tanto para otros) de la risa, desde un costado distinto. Recorre varios tonos este texto, y casi llegando al final se aprecia una observación personal de la cronista en donde se puede ver una disrupción (por así decirlo) en el tiempo, puesto que ella se ha metido tanto en su trabajo que una vez que termina de hacerlo, y sale de ese mundo, siente tristeza. Suena hasta lógico lo que le sucede, por unas horas se olvidó del tiempo real que sucede afuera y se recubrió de risas (a modo de coraza), y una vez que partió del lugar de la crónica, no tenía ya esa sensación.
Es contada en un tiempo ordenado, con los sucesos ordenados, que logra poner en un lugar apartado, como paralelo, este mundo de la risa, aunque de igual modo el “tiempo” aquí sufre estas pequeñas modificaciones, producto de la propia cronista, quién sin intención logra dejar a la vista esta separación de tiempos.

No hay comentarios: