Para comenzar a trabajar en este ejercicio de lectura, mediante el cual utilizaré los recursos que presenta Ricardo Piglia para caracterizar al cuento en sí, partiré de la premisa de que las historias que escribe Carver son: historias cortas, cotidianas, y que pueden carecer de algún tipo de tensión a lo largo de su desarrollo.
En su cuento ¿Por qué no bailáis?, el autor comienza su escena primera en tercera persona, pero en todo momento se nota que el hilo del cuento mismo está centrado desde su propio punto de vista. Siguiendo lo que nos ofrece Piglia, para hacer un seguimiento de ésta y de cualquier otra historia, este autos nos explica que en el género narrativo (cuento moderno), cuenta dentro de un mismo relato, dos historias. Una de forma lineal, y la otra fragmentada. La más fácil de identificar es la lineal, mientras que la fragmentada puede permanecer oculta hasta el final del relato. La historia dos, es el tema profundo del cuento, en paralelo, encontramos en la historia de Carver una fiel muestra de ello. Tenemos estas dos historias que nos menciona Piglia, las podemos identificar. Ahora bien, puede resultarnos bastante dificultoso el hecho de identificar cual es cual, siendo un cuento con las características que resaltan a Carver como escritor, que es el hecho de escribir relatos breves. Reconozco al leerlo, dos historias que se cruzan, pero si reconozco esto, en verdad me estoy refiriendo a lo anecdótico del relato, y no a las historias en sí mismas. Vuelvo a leerlo, encuentro esta vez las dos historias, creo que acierto en ello, puesto que las puedo leer en paralelo. Todo el tiempo en el relato, se juega con contrastes, por un lado tenemos un comienzo de relato en donde se nota que alguien se ha quedado solo, observa sus muebles, ha habido una especie de ruptura (podemos llamarlo así), y a esto se le opone el hecho de que lo que sucede luego tiene como protagonistas a una pareja, se muestra entonces la soledad y la compañía por un mismo sendero, que por momentos lleva a la confusión de los personajes. Luego tenemos una tensión en el medio, en donde no se comprenden las intenciones verdaderas de los personajes, donde no actúan de modo “normal”, pero en el fondo interactúan de modo tal que logran comprenderse. El desenlace del cuento es aquello que tal vez cueste más hallarle un sentido, puesto que no se comprende del todo a quién le habla el personaje (si a un grupo de amigos, a un grupo de desconocidos… a todo el mundo), es un diálogo abierto a la interpretación del lector, tal vez para poder buscarle un cierre propio a la historia, aunque también, por otro lado, ya tenga dicho cierre.
Galeano
Hace 13 años
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